Ya no somos iguales
Estamos en un momento distinto, en una etapa diferente en nuestras vidas. Los momentos de estar solos jugando al escondite con nuestros padres y entregarnos sin más preocupación que cuidar que no pasen las horas del día muy de prisa han finalizado.
Hemos unido nuestras vidas y hemos creado una más en el proceso, ahora nos toca funcionar, no como dos medias personas, sino como una familia.
Las conversaciones intimas, los momentos en la cama, los paseos por las calles del centro y el acto sexual deberán evolucionar o quedarse atrás en el proceso, pues ya no somos los mismos, ya no lo seremos de aquí en más, negarse a aceptarlo solo es negarse a si mismo y de paso a nuestra familia.
Intentar culpar al otro de la situación actual es querer escapar del vinculo familiar sin entender, que nos hemos fusionado con él hasta el núcleo, y ese enlace no puede deshacerse sin dañar a la familia en el acto.
Esto es para ti, tanto como lo es para mi. No debemos dar como perdidos los días en que estamos de compras, o aquellos en los que atendemos a nuestra pequeña, esos momentos traen belleza en si mismos, las pláticas entre ambos siguen estando presentes pero ahora describiendo el sueño de un hogar con hermosos muebles llenos de detalles basados en nuestro buen gusto por el diseño, o respecto a una buena alimentación con nuestra sazón en particular, es agradable saber los sabores favoritos de nuestra pequeña familia y planear la despensa juntos hace que valoremos más la hora de la comida, pues sabemos que cada ingrediente del plato es especial y fue seleccionado en un momento en el que ambos estuvimos presentes, momento en el que quizá batallamos con la tarjeta del supermercado, o con el estacionamiento, cada sabor se incrementa al ligarlo a un recuerdo.
Las tardes con nuestros padres, nos reafirman lo afortunados que somos al contar con su apoyo y podemos tener mas libertad y bienestar gracias a ellos, sin mencionar los momentos que quedarán guardados para siempre en nuestras memorias y recordaremos con mucha alegría en unos años más.
Nuestra pequeña crece día con día, nos admira y se emociona de vernos platicando junto a ella, es lindo ver el entusiasmo que muestra al vernos junto a ella y ver que lo demuestra al querer integrarse a nosotros con sus balbuceos siempre con una sonrisa dibujada, incluso si estamos discutiendo, no debemos dejar pasar estos momentos ya que sus etapas de crecimiento avanzan a un ritmo acelerado.
Se que hay muchas cosas que dejamos de hacer, y que nuestra vida puede parecer agotadora considerando que llegamos sin muebles salvo una vieja colchoneta, que comenzamos con un trabajo que ofrecía un sueldo que ahora representa la mitad de lo que actualmente es. Se que merecemos nuestros momentos de diversión pura, pero no restemos valor a nuestra vida como familia, sería un terrible error no ver lo afortunados que somos al estar juntos los tres.
Siempre que te sientas triste lee esta entrada y recuerda que la vida es grandiosa hasta en las cosas mas sencillas.